Se cumplieron todas
las expectativas, he vivido junto a mis compañeros del circuito de Cheste un
Gran Premio del Mundial de velocidad de Motociclismo en otro circuito.
Concretamente en Motorland, Alcañiz. Compañeros buenos, responsables, amigos
con la que comparto mi locura por la afición al motor. Y si de entre todos
ellos tengo al lado uno de mi misma sangre, el círculo de confianza queda
totalmente cerrado.
Tras tenerlo todo
atado y comprobado, cargamos el maletero de ropa y comida. En los huecos
restantes íbamos metiendo las risas e historietas que surgían para amenizar un
viaje de 3h en coche. Al llegar al hostal en el que nos hospedábamos tuvimos la
primera sorpresa. Sabíamos de antemano que dormía allí el equipo de KTM de Moto3,
pero entrar por la puerta y ver a sus pilotos jugando al billar viendo entre
ellos a Luis Salom, te alegraba el cansancio del viaje y de paso hablamos con
él y nos hicimos las respectivas fotos.
Sonó el despertador
muy temprano todos los días, 5:30 am. Con un poquito de sueño al que le iban
ganando las ganas de ver y escuchar esos motores que veníamos persiguiendo,
pronto nos subíamos al coche para llegar al circuito. Al menos podíamos ver el
amanecer desde el puesto que estábamos, fotografiarlo y dar los buenos días a
la familia y amigos de las redes sociales. Con todo preparado por si teníamos
que intervenir nos dedicamos a disfrutar del día, viendo las mejores motos que
uno puede deleitarse. Entre los descansos no falto la risa, imprescindible entre
nosotros. Hubo tiempo para todo, descansar, comer y descubrir un trazado que
nos gusto a todos mucho. Incluso hubo tiempo para que nos pasara por encima una
tormenta que nos despertó con un trueno a las 4:00 am que nos hizo saltar a
todos.
Al ser nuestra
primera vez en este circuito decidimos ir al pueblo a ver qué fiesta se montaba
por allí, siempre hemos vivido la de Cheste y claro, había que comprobar el
ambiente de Alcañiz. Más o menos son fiestas parecidas, aunque noté un poco mejor
distribuida la de Alcañiz. Al que le apetecía música y motos por un lado, por
el otro, tiendas de merchandising junto a los bares y sus terrazas. Todo en
perfecta armonía, el problema era para nosotros, el cansancio se iba
notando y pronto volvimos para dormir.
El domingo siempre es
el día más importante, son las carreras, lo que todo el mundo quiere ver. Pero
fue el día que más a gusto lo pase, en las risas me refiero, por una tontería
con el helicóptero que nos sobrevolaba salió otra, justo en la vuelta de
inspección que realiza todas las mañanas la FIM. Pues teníamos los coches
encima y aún seguíamos riendo, no podíamos parar de reír.
Vimos grandes
carreras, nuestros pilotos se lo dejaron todo por correr ante su afición. No se
guardaron nada y así salen los triunfos. Gran trabajo de los nuestros una vez
más. Cuando acabamos el día y lo teníamos todo listo, no pudimos evitar la
ocasión de pasear por el paddock en busca de los protagonistas del día. Como
siempre pasa los más inaccesibles fueron los pilotos de HRC y Yamaha, mucha
gente tras ellos y aparte no me gusta agobiarlos. Por el camino encontré a
Redding, Cortese, Rabat, Torres y alguno más. Pero en especial pude charlar
sobre unas cosas con Aleix Espargaró, es un gran piloto y me parece una buena
persona, además que siempre te contesta con una sonrisa.
Tocaba volver a casa
y dejar atrás unos días que han sido muy buenos. Cansados, pero con una sonrisa
mientras conducía por el buen fin de semana que me han hecho pasar mis
compañeros. Gracias a Vicente, Pablo, Paco y Aimar. Ahora toca esperar a
noviembre para seguir en la misma dinámica y vivir el Gran Premio de Cheste, el
de casa.
@pelut66
Fotos:
@tabalervrg Vicente Romaguera.
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